Al principio solo había uno o dos por barrio, pero con el paso de los años se han ido multiplicando, extendiendo sus tentáculos para llegar a todas las ciudades, todos los barrios, todas las calles. Nadie sabe como llegan pero de repente están ahí. Cuenta la leyenda que una persona una vez vio uno cerrado. Entras y lo primero que te llama la atención es un fuerte aroma. Ves pasillos interminables abarrotados con toda clase de utensilios amontonados de cualquier manera. En una esquina un niño está viendo dibujos, que hablan una lengua desconocida. Desde la lejanía te observan unos ojos rasgados y vigilantes.
Para los que todavía no sepan de que hablo, hablo de los chinos. Hace unos años apenas había y ahora hacen una sería competencia a las demás tiendas. Los chinos, unas personas con una cultura tan distinta a la nuestra y a la vez tan incompatible. En ciudades extranjeras no se suelen mezclar con sus habitantes, viven en sus chinatown y solo se sociabilizan con sus compatriotas, comen platos que a nosotros nos provocarían arcadas y trabajan el doble.
Sin embargo estos misteriosos habitantes del lejano oriente son el futuro. Los días de Estados Unidos como primera primera potencia mundial están tocando a su fin, un nuevo país emergente que no para de crecer les está pisando los talones. La población asiática se incrementa mientras que la occidental se reduce. La pregunta que nos debemos hacer es: ¿qué pasará cuando china llegue a primera potencia mundial (y llegará)? ¿qué cambios traerá una cultura tan distinta a la nuestra?
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